viernes, 19 de agosto de 2011

Llueve sobre mojado






Aaaaaaaaagggh! Bostezo como sólo un hamster sabe hacer, con ganas, ampliamente y sin importarle si alguien le mira. Me levanto de la cama y pedaleo en esta rueda en busca de un trabajo digno, enviando miles de curriculums día tras día. Respuestas educadas se amontonan en mi buzón anunciándome que "unfortunately" mi humilde visa de estudiante no encaja con lo que busca el cliente. Al final del día me bajo de la rueda cansado de pedalear y me doy cuenta de que sigo en el mismo sitio. Sigo en Bondi trabajando de camarero en un bar gay de tapas. Eso sí, como encargado cobrando pocos centavos más a la hora que un camarero raso. Trato de conservar la calma y respiro profundamente. Cabalgar las olas cada mañana me da la tranquilidad necesaria para volver a intentarlo al día siguiente con todas mis fuerzas. Nadie dijo que esto fuese fácil y yo solito decidí embarcarme en esta aventura... así que la búsqueda continua...


Después de tanto tiempo es inevitable mirar hacia el oeste y preguntarme como irá todo ocho horas atrás. Mi vida anterior pasa a ser un recuerdo monocromático que cobra algo de color cada vez que me comunico por skype y veo lo bien que está mi familia y lo guapa que está mi sobrina Alba.

Vivir en Australia me gusta. No lo voy a negar. Pero el handicap más importante sin lugar a dudas es que está muy muy muy lejos. Aquí todos estamos de paso y uno se va acostumbrando a hacer amigos y a despedirse de ellos. A muchos espero verlos en Europa a otros sinceramente no sé si los volveré a ver algún día. Esta es la vida en el down under. 



Me despido hasta la próxima entrega que os aseguro que no tardará en venir.
Pasando un suave invierno aunque parece que llueve sobre mojado.
Pepe.

Pd: No tengo ni idea porque a los hamsters les ponen esa rueda para que anden. ¿Para hacerles sentir libres o para que vayan al gym?